El beso
Todas las noches antes de dormir, la señora de Panicci se sienta al borde de su cama y contempla la piel de sus brazos para ver cuanto se ha arrugado hoy.
Todas las noches al ir a dormir, el señor Panicci espera a que su esposa se acueste y cuando lo hace le susurra al oído: "Te quiero, hermosa".
Todas las noches al acostarse, la señora de Panicci acaricia sus 27 años en un susurro y, olvidando a sus hijos y sus nietos, abraza el pecho de su esposo.
Todas las noches al ir a dormir, el señor Panicci espera a que su esposa se acueste y cuando lo hace le susurra al oído: "Te quiero, hermosa".
Todas las noches al acostarse, la señora de Panicci acaricia sus 27 años en un susurro y, olvidando a sus hijos y sus nietos, abraza el pecho de su esposo.